Se trata de una ruta que se puede recorrer en distintas etapas a la vez que se disfruta de las maravillas que ofrece
De Laredo hasta Yuste, la Red de Rutas del emperador Carlos V recorre parajes sin igual, tierras en las que la historia parece haberse detenido, y lugares donde el recuerdo del paso del emperador impregna cada una de sus tierras.
LAREDO
COLINDRES
LIMPIAS
Tres comunidades autónomas, numerosas localidades, pero la misma alma; desde Laredo, en Cantabria, lugar al que arribó y pisó compungido y rendido —«¡Salve, ¡oh, madre! A ti vuelvo, desnudo», cuentan que le oyeron decir al poner los dos pies en la Playa de la Salvé—, hasta el Monasterio de Yuste, en el norte de Cáceres, donde el clamor de las campanas acompañó su entrada al atardecer del 3 de febrero de 1557.
AMPUERO
RASINES
RAMALES DE LA VICTORIA
MEDINA DE POMAR
La ruta del emperador Carlos V desde Laredo hasta Yuste encierra historias, anécdotas, lugares y acontecimientos que merece la pena recordar: desde aquel acaudalado comerciante y banquero llamado Rodrigo de Dueñas, que tanto fue su deseo de agradar al emperador con su poderío económico, que éste no consintió ser su invitado y le pagó por la estancia recibida, hasta la decisión de cruzar la sierra de Tormantos, llena de cuerdas y de abismos al pie de gargantas que rugían como el ejército más fiero, en lugar de realizar las cuatro jornadas a pie que separaban Tornavacas de Plasencia con tal de llegar cuanto antes al Monasterio de Yuste.
BURGOS
VALLADOLID
MEDINA DEL CAMPO
TORNAVACAS
JARANDILLA DE LA VERA
ALDEANUEVA DE LA VERA
CUACOS DE YUSTE