(Ruta diseñada por la ADR La Rioja Suroriental e Itinerario Cultural CARP)
A lo largo de los tiempos, las cuevas han sido para la humanidad espacios de valor natural, defensivo, económico y religioso, además de un hábitat muy solicitado. En ocasiones, en territorios donde la geología no ofrece cavernamientos naturales, es el propio hombre quien los crea. En La Rioja, son las areniscas las rocas más frecuentes, las cuales no forman cuevas al ser erosionadas por el agua, aunque, a cambio, son fácilmente horadables por la mano del hombre y labrar cuevas y abrigos en espesos bancos de areniscas, aun siendo una labor ardua, es algo relativamente sencillo.
La ruta “La Rioja rupestre” nos muestra la capacidad del hombre para conformar espacios cavernarios y los distintos usos que, desde la Edad del Bronce, hasta fechas recientes, se ha dado a esos espacios hipogeos. Es un itinerario corto, ideal para ser recorrido en un fin de semana y es apto para todos los públicos, en especial para familias con niños.
Nuestra ruta rupestre riojana arranca en la localidad de Aguilar del Río Alhama, en la cabecera del pintoresco valle de este río de reminiscencias árabes, donde encontramos un interesante museo consagrado al yacimiento de Contrebia Leucade, museo que sirve de antesala a la visita al yacimiento propiamente dicho. El denominado “Centro de Interpretación” de Aguilar acoge, en realidad, un curioso espacio que podemos dividir en dos partes bien diferenciadas: Por un lado, en su planta baja encontramos, además de la recepción, la tienda, los servicios y el área de talleres, una importante exposición en donde podemos admirar diversos materiales arqueológicos (originales y algunas réplicas) procedentes de las excavaciones desarrolladas en el yacimiento a lo largo de más de 40 años. Algunos audiovisuales acompañan a una batería de vitrinas que acogen decenas de cerámicas, elementos de telar y enseres domésticos, utensilios diversos y armas de bronce y hierro, monedas, fragmentos de mosaicos y maquetas y reproducciones que nos ilustran sobre la evolución de este importante yacimiento de la Edad del Hierro (con un peso singular de la cultura celtíbera), la Romanización y el posterior período Visigodo.
Foto 2. Aspecto de una de las salas del Museo / Centro de Interpretación de Aguilar del Río Alhama.Por otro, la primera planta, en donde -sorpresivamente- nos encontramos con una exposición moderna, muy interactiva y conceptual, realmente difícil de describir, pero muy recomendable para toda la familia. Este segundo ámbito nos transportará, a través de nuestros sentidos, a la Contrebia Leucade de la Segunda Edad del Hierro, cuando la cultura celtíbera estaba en pleno apogeo en esta singular ciudad amurallada.
A la salida de Aguilar, en su pedanía de Inestrillas, merece la pena detenerse en dos elementos de interés, la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, un bello edificio de mediados del siglo XVI adosado a la pared de roca en la que se excavó la primitiva iglesia rupestre (actualmente conservada dentro de la fábrica barroca), y el primitivo asentamiento rupestre que dio origen al pueblo, que incluye una torre medieval semirupestre, y diversas dependencias excavadas en roca (cárcel, sala de concejo, diversos espacios para usos agropecuarios y de hábitat, etc.) Este asentamiento, documentado ya en el siglo XIV, parece datar de cronologías anteriores (posiblemente tras el abandono de Contrebia Leucade, a comienzos de la Alta Edad Media) y actualmente está en rehabilitación.
A escasos 3 km de Aguilar e Inestrillas, al pie de la carretera LR-284 en dirección a Cervera del Río Alhama, encontramos el formidable yacimiento arqueológico de Contrebia Leucade . A nuestra llegada encontramos un modesto aparcamiento, un edificio de recepción y atención al público y un gran parque con área de picnic, todo ello junto al bello río Alhama. Conviene reservar nuestra visita con alguna antelación (http://www.contrebialeucade.com/categoria/1/2 ), dado que no hay modalidad de autovisita y únicamente es posible efectuar visitas concertadas con guía. Ya en el lugar, el itinerario guiado dura entre hora y media y dos horas. Contrebia Leucade es un vasto asentamiento humano que nos retrotrae desde el final de la Edad del Bronce, hace casi 3000 años, hasta el abandono definitivo, a finales de la época Visigoda, es decir, en la primera mitad del siglo VIII, seguramente en relación con la invasión y conquista árabe de la Península, en general, y de esta región, más en particular.
Durante la visita podremos descubrir 3 grandes grupos de restos: las puertas y murallas celtíberas y romanas, primeramente; la ciudad troglodítica con su calles y dependencias, a medida que vamos subiendo la escarpada ladera en la que se asentó el caserío; y una vez alcanzada la parte alta, el formidable foso excavado en el terreno -junto con su muralla ciclópea-, que cierra por el sur esta imponente ciudad fortificada. Al margen encontramos diversas canalizaciones de agua excavada en roca y el pozo artesiano que avituallaba la ciudad, al fondo de una cueva descendente con escaleras, todo ello labrado en roca de manera artesanal. Pero, ante todo, en Contrebia Leucade encontramos los primeros lagares conservados que produjeran el primer “vino de Rioja”, nada más y nada menos que ¡¡¡hace más de 2000 años!!!
Con estas visitas habremos finalizado el día y, si no lo hemos previsto, podremos seleccionar el alojamiento y el restaurante que mejor se ciña a nuestros gustos entre la ingente oferta de la comarca oriental de La Rioja.
Desplazándonos por la LR123, que tomaremos en Cervera del Río Alhama, ponemos dirección a los municipios de Arnedillo y Arnedo. Al llegar a Arnedo nos desviamos por la LR115 hasta la pedanía de Arnedillo de Santa Eulalia Somera, donde visitaremos las Cuevas del Ajedrezado y su incomparable mirador sobre el Valle del Cidacos. Estas cuevas, ahora accesibles por un bien integrado sistema de pasarelas de madera, nos permiten conocer las viviendas de los primeros eremitas cristianos (siglos V al VIII) y su vida cotidiana, así como su pequeña iglesia paleocristiana que, muy seguramente, albergó las reliquias de algunos de los primeros mártires hispanos, como fueron Santa Eulalia de Mérida y/o Santa Eulalia de Barcelona, ambas nacidas a finales del siglo III d.C.
Retornando a Arnedo, visitamos finalmente el complejo rupestre de la Cueva de los Cien Pilares, donde finaliza esta ruta. Se trata de una formidable sucesión (en horizontal y en vertical) de cavidades y espacios subterráneos singulares que nos permiten hacer un viaje en el tiempo visitando casas-cuevas de los siglos XIX-XX, palomares de todos los tiempos, amplios espacios comunales y zonas de hábitat del más que probable convento rupestre que albergó este sitio durante la Alta Edad Media (siglos VIII al X), depósitos de agua, y finalmente, una zona de descanso y servicios que incluye una típica bodega rupestre dedicada a la Ruta del vino de Rioja Oriental y en donde pondremos un broche de oro a nuestra ruta saboreando los magníficos vinos de esta tierra rupestre.
Enclaves visitables: 1. Centro de interpretación/Museo de Aguilar del Río Alhama; 2. Yacimiento arqueológico de Contrebia Leucade (Aguilar del Río Alhama); 3. Cuevas del Ajedrezado (Santa Eulalia Somera, Arnedillo); 4. Cueva de los Cien Pilares (Arnedo).
http://www.contrebialeucade.com/
https://www.arnedo.com/vienes/conoceras/visitas-guiadas/cuevas_de_los_cien_pilares
Propuestas imprescindibles: En Contrebia Leucade admiramos la gran capacidad del hombre para modelar la roca, creando fosos, canales, lagares, estructuras de almacenamiento de alimentos, pozos para acumular y conservar el agua y, por supuesto, viviendas. En las Cuevas del Ajedrezado, descubrimos los usos religiosos de los espacios excavados por los eremitas y ascetas de los inicios del Cristianismo, en la España de la Tardoantigüedad. Por último, en la Cueva de los Cien Pilares recorreremos un formidable espacio rupestre medieval asomado a la actual ciudad de Arnedo en un sorprendente viaje en el tiempo.
Comer y dormir: https://rutadelvinoriojaoriental.com/ y https://lariojaturismo.com/