Las hay grandes, las hay pequeñas, las hay redondas (las más), las hay cuadradas (las menos), las hay muy antiguas y las hay que salen en series de repercusión mundial.
Las plazas de toros son un referente arquitectónico y cultural en pueblos y ciudades de toda España. Seleccionamos cinco de ellas, todas ellas enclavadas en los itinerarios de Rutas Culturales de España.
1. Plaza de Toros de Osuna (Sevilla, Andalucía)
Ruta RCE: Caminos de Pasión
Tres razones para conocerla
-Porque su ruedo (el espacio cubierto de albero amarillo en el que se torea) es uno de los más amplios de la península, con 48 metros de diámetro. El campeón absoluto de esta categoría es el ruedo de la plaza de toros de Ronda, el más grande del mundo, mide 66 metros.
-Antes de crearse esta plaza, los festejos taurinos se celebraban en la plaza Mayor de Osuna. Sí, en el mismísimo corazón de la villa (convenientemente vallado y cerrado para la ocasión, claro). Acércate hasta ella e imagina cómo se podían torear bestias en ese espacio público.
-Fue construida con piedras de una antigua muralla íbera (pobladores del sur de España hace 25 siglos) y hay recursos arquitectónicos como su túnel abovedado que ya fueron utilizados por los romanos en el anfiteatro de Itálica, en la Ruta Vía de la Plata, la ruta romana de Rutas Culturales de España.
La curiosidad para seriófilos
El mayor acontecimiento que tuvo lugar en la plaza de Osuna en 2014 no guarda relación con toros ni con toreros, sino con dragones (!). En la plaza se rodó una emocionante secuencia de la exitosa serie ‘Juego de Tronos’ en la que Drogon rescataba a Daenerys de la fosa de Daznak. Desde entonces, miles de personas se acercan a la plaza para conocerla y ver qué partes pertenecen a ella y cuáles fueron añadidas digitalmente para la serie: evidentemente, los dragones fueron creados por CGI.
2. Plaza de Toros: Bocairent (Valencia, Comunidad Valenciana)
Ruta RCE: Camino del Cid
Tres razones para conocerla
-Seguramente sea la plaza de toros más robusta de España y la única que jamás podrá ser incendiada. Fue, literalmente, excavada en roca hace casi 200 años. Es decir, es una escultura gigante con forma de coso taurino.
-En 1843, en el lugar en el que hoy se encuentra la plaza, existía un montículo pétreo llamado ‘La Serreta’ que fue desmontado artesana y pacientemente con picos y palas por decenas de obreros. Sin maquinaria pesada, sin vehículos a motor para sacar los escombros. Todo en ella ha sido esculpido por manos humanas, desde los asientos de las gradas hasta los burladeros.
-El artífice de todo ello fue un empresario, Manuel López Rovira, propietario de una fábrica textil que, como remedio a la crisis del sector y para luchar contra el paro, promovió la construcción de la plaza entre sus vecinos.
La curiosidad para los amantes de la cantería
Esta gran obra tallada en roca no es la única del pueblo. A los bocairentinos siempre les ha gustado trabajar la piedra, como lo prueban sus espectaculares ‘covetes dels moros’, una increíble miniciudad tallada en el interior de un cerro rocoso.
3. Plaza de Toros: Rasines (Cantabria)
Ruta RCE: Rutas del Emperador Carlos V
Tres razones para conocerla
-Porque es cuadrada, porque es (casi) única en España, porque nadie construye plazas de toros así en las que los toreros pueden ser ‘encerrados’ por los toros sin posibilidad de escape (de ahí el lógico diseño circular de las plazas de toros).
-La plaza de toros se ubica en las afueras de la localidad cántabra de Rasines desde mediados del siglo XVIII, lo que la convierte en una de las más antiguas del país. Su situación es, también, privilegiada: se levanta junto al camino natural (la actual carretera N-629) que une el notable puerto marítimo de Laredo con Burgos, en el corazón de Castilla.
-El ruedo es pequeño, bastante pequeño y es tan sobrio que, visto desde fuera, puede parecer un muro defensivo. De hecho, es tan pequeño que lo habitual era que los toros utilizados para la lidia fueran de raza monchina, es decir, animales de poco más de 200 kilos pero, eso sí, muy rápidos y peligrosos.
La curiosidad para emperadorófilos
Dos siglos antes de que este monumento de mampostería y sillería se construyera, el emperador Carlos V pasó junto a estos terrenos. Se dirigía al monasterio de Yuste, en Extremadura, para retirarse del mundanal ruido tras haber gobernado en el mayor imperio de la historia de España.
4. Plaza de Toros: Béjar (Salamanca, Castilla y León)
Ruta RCE: Ruta Vía de la Plata
¿Por qué hay que conocerla?
-Porque en un país repleto de plazas de toros tiene mucho mérito ser considerada la más antigua de España. Quien la ve no lo duda: su aspecto monolítico, rocoso, pues fue construida con piedra vieja de la sierra de Béjar (uno de los lugares más lluviosos de España) invita a pensar que la plaza lleva ahí más tiempo que la propia montaña.
-La plaza de toros está fechada en 1711, suma más de tres siglos de historia, y fue creada para algo más que para acoger festejos taurinos. La idea era recaudar dinero para construir un santuario a la Virgen que, a finales del siglo XVI, se había aparecido a unos pastores. Es por ello por lo que junto a la plaza, se levanta el santuario de la Virgen del Castañar.
La curiosidad para jazzeros taurinos
‘La Ancianita’ (así la llaman por su edad) no sólo acoge festivales taurinos. En el mes de julio hospeda el escenario del Festival Internacional de Blues por el que han pasado vacas sagradas del género como Buddy Miles, Canned Heat o Eric Burdon.
5. ¿Plaza de toros? de Valonsadero (Soria, Castilla y León)
Ruta RCE: Caminos de Arte Rupestre Prehistórico
Dos razones para conocerla
-No es una plaza de toros propiamente dicha sino que se trata de los ‘toriles’ en los que los animales aguardan antes del espectáculo. Es en este espacio donde, una vez al año, en las fiestas de San Juan, se celebra un encierro taurino desde estos corrales (situados en el monte de Valonsadero) hasta la plaza de toros de la capital soriana.
-El encierro campestre se celebra el jueves siguiente al 24 de junio de cada año, recibe el nombre de La Saca y sus orígenes se remontan al siglo XVI. El recorrido total que realizan los animales (y quienes les acompañan) comprende 10 kilómetros por una cañada de prados, bosques de roble, carrasca, quejigos y, por supuesto, el asfalto de los tramos urbanos finales.
La curiosidad para descendientes de cromañones
A muy pocos metros de los corrales de Valonsadero, se ubica uno de los museos de arte rupestre al aire libre más atractivos de Castilla. Son los abrigos rocosos con pinturas fechadas entre los años 3000-2000 a.C. En ellas se se representan animales y figuras humanas dándoles caza, pastoreando o realizando diversos ritos ceremoniales cuyo significado se perdió en la noche de los tiempo.
Por supuesto, en las pinturas rupestres de Valonsadero hay toros como los que corren en las Fiesta de San Juan.