¿El ‘Jomo’? ¿Qué es el ‘Jomo’? Son la siglas, en inglés, de ‘Joy Of Missing Out’ o, lo que es lo mismo: el goce o el placer de desconectar o de perderse las cosas. Hemos seleccionado 5 lugares de Rutas Culturales de España en los que vivir el Jomo más desbocado.

El Jomo es una tendencia muy ligada a nuestros tiempos de hiperconectividad, redes sociales y exceso de exposición. Es la reivindicación de la vida sencilla anterior a la irrupción de internet y los smart phones en nuestras vidas. Es disfrutar con los placeres sencillos hacerlo en solitario o con la mejor compañía posible y ya está. Sin perder el tiempo grabándolo, sin comunicarlo, sin airearlo a los cuatro vientos, sin subirlo a las redes sociales… Simplemente viviéndolo y disfrutando de ese momento único… como se ha hecho toda la vida.

1. Camino del Cid. Fuente de los Baños. Montanejos (Castellón, Comunidad Valenciana)

Qué es. Una piscina natural única en España, con aguas turquesas, playa fluvial y encerrada entre grandes paredes de roca caliza. Podría ser una cala de una remota isla griega pero no: se encuentra en el interior de la provincia valenciana de Castellón.

Cómo desconectar. Muy sencillo: ponte un bañador, camina hacia el agua que permanece a 25ºC todo el año, sumérgete, flota, nada y así hasta que se arrugue cada centímetro cuadrado de piel de tu cuerpo o se haga de noche.

Razones para olvidarse del teléfono móvil

  • El agua de la Fuente de Baños tiene propiedades hidrogeoquímicas y biológicas beneficiosas para la salud pero muy poco saludables para tu teléfono si éste se cae a ellas.
  • Si en vez de en la pantalla, posas tu mirada en lo que te rodea tal vez tengas la suerte de otear alguna de las especias salvajes que pueblan el entorno como las truchas, los barbos, los martín pescadores (que tratarán de dar caza a los primeros) o las cabras montesas.

2. Rutas del Emperador Carlos V. El paisaje de Horcajo de las Torres, en la comarca de La Moraña (Ávila, Castilla y León)

Qué es. Es razonablemente fácil describir el paisaje infinito de La Moraña. Un llano (casi infinito) con horizontes impolutos y carreteras rectas que unen pequeños pueblos. El escritor Camilo José Cela no pudo describirlo mejor: “La Moraña cría el cereal, tolera la vid y maldice el árbol”. Cada pueblo (como en el caso de Horcajo) es un paréntesis cultural, humano y gastronómico en un paisaje sencillo y apasionante.

Cómo desconectar. Dijo un sabio en una ocasión: “En la nada cabe el todo”. Y eso es lo que ocurre en La Moraña, un paisaje para llenar de pensamientos, para no pensar en nada (y en todo), para desconectar de las ciudades llenas de estímulos.

Razones para olvidarse del teléfono móvil

  • Hay otros territorios de España con una tradición agrícola similar a la de La Moraña pero, en los últimos tiempos, se han volcado en el cultivo de la uva o la aceituna. Donde antaño hubo minimalistas campos de secano hoy hay frondosas viñas y olivos. Aquí, el cereal sigue siendo el rey que dice qué color tiene que tener el paisaje en cada época del año.
  • Imagina a todo un emperador como Carlos V (acompañado de todo su séquito) atravesar estos parajes en un mes de noviembre de 1556 con, seguramente, un viento gélido que ninguna colina o bosque pararía pues eso, por aquí, no se estila. Imagínalo, ponte en su lugar y te habrás olvidado del móvil unos minutos.

3. Caminos de Pasión. Santuario de Nuestra Señora de la Sierra, en Cabra (Córdoba, Andalucía)

Qué es. Un santuario solitario, enclavado en un extremo de las Sierras Subbéticas, en el que es considerado el centro geográfico de la comunidad y con excelentes vistas sobre el occidente andaluz. De hecho, lo llaman ‘el balcón de Andalucía’ lo que puede dar una idea de las extraordinarias panorámicas que regala.

Cómo desconectar. El mero hecho de recorrer los 15 kilómetros que separan la localidad cordobesa de Cabra ya es todo un ritual y una declaración de principios. Toca ascender hasta los 1200 metros de altitud (Cabra se encuentra a 460) por una carretera solitaria, apenas urbanizada y en compañía de, primero, olivares y, luego, laderas yermas. Arriba, en lo alto, un bosque de pinos rodea y protege al santuario alejado del mundanal ruido. ¿Hace falta decir más?

Razones para olvidarse del teléfono móvil

  • Aunque las vistas del llano andaluz son infinitas y, en los meses fríos, la mirada puede alcanzar decenas de kilómetros, merece la pena olvidarse del teléfono móvil (y de su cámara fotográfica). Si el día está claro es posible ver los tres grandes iconos geológicos de Andalucía: Sierra Morena, la depresión del Guadalquivir y la cordillera Bética
  • La primera piedra de la iglesia del santuario fue colocada en la Edad Media para dar cobijo a la talla de la Virgen hallada. El tiempo ha pasado y el edificio actual debe más a una reconstrucción de finales del siglo XVI que al original. En su interior, merece la pena fijarse en una curiosidad muy jugosa: la talla gótica de la Virgen del siglo XIII sostiene a un niño Jesús creado varios siglos después, en tiempos del barroco, de ahí el contraste entre la expresividad del chico y el hieratismo de ella.

4. Caminos de Arte Rupestre Prehistórico. Abrigos de la Sarga, en Alcoy (Alicante, Comunidad Valenciana)

Qué es. Un yacimiento de arte rupestre prehistórico con escenas de caza, recolección, bellísimos dibujos abstractos y algún que otro motivo figurativo inquietante como el llamado ‘Brujo’. Pero la razón por la que en la Sarga se puede experimentar el ‘Jomo’ es su situación: este museo natural con casi 10.000 años de antigüedad (en el caso de las primeras pinturas) se encuentra el aire libre, a cielo abierto, en plena naturaleza y en un entorno montañoso de caprichosas formas rocosas.

Cómo desconectar. Una vez se abandona la cercana localidad alicantina de Alcoy, todo conspira para hacer una desconexión progresiva de la civilización. Nos encontramos a unos 500 metros de altura y todavía subiremos unos poco más hasta los solitarios parajes de la Sarga (que se encuentran a 850 metros) para llegar al macizo rocoso de los abrigos (un auténtico capricho geológico que parece obra de la mano humana) con las pinturas.

Razones para olvidarse del teléfono móvil

  • Si la paz y el silencio que se respira en estos parajes salpicados de árboles frutales no son razones suficientes para poner el ‘modo avión’ hay unas cuantas más. Las excelentes vistas sobre el corredor de Alcoy sería otra de ellas, junto al poderío artístico de estas obras. Las pinturas fueron descubiertas prácticamente anteayer (en el año 1951) y en 1998 fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO dentro del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.
  • Pocas cosas hay más bellas que asistir a una explicación por parte de un profesional (que suelen ser apasionados amantes de las materias de las que hablan) sobre arte en un entorno envidiable. Las pinturas de la Sarga ganan muchísimos puntos cuando se acompañan de información sobre su contexto y sus circunstancias, sobre todo en relación al enigmático arte macroesquemático propio de la provincia de Alicante.

5. Ruta Vía de la Plata. Elogio del Horizonte. (Gijón, Asturias)

Qué es. Una gigantesca escultura de hormigón del siglo XX situada en el cerro de Santa Catalina de la ciudad asturiana. Un lugar para estar, para reflexionar o para, simplemente, desconectar practicando uno de los pasatiempos más antiguos de la historia de la humanidad: contemplar el mar.

Cómo desconectar. Aunque es difícil dar la espalda a Gijón y huir de las numerosas tentaciones de la ciudad (su comida, su sidra, sus playas, las callejuelas de Cimadevilla…) hay que hacer un esfuerzo y plantarse con decisión en esta idílica colina alfombrada en verde

Razones para olvidarse del teléfono móvil

  • Gijón se encuentra en el extremo norte de la Ruta Vía de la Plata, la autopista romana que unía el sur de la península con el norte. El Elogio del Horizonte, obra del escultor Eduardo Chillida, seguramente sea la obra de arte más septentrional de este sendero centenario repleto de historia. Así, no debería ser complicado olvidarse de Instagram, Twitter o TikTok durante unos minutos para reflexionar sobre esta circunstancia.
  • Los romanos (es una obviedad) tuvieron defectos y virtudes. Si hablamos de las segundas, todo el mundo está de acuerdo en que sabían vivir muy bien… o algunos de ellos, al menos, lo intentaban. Eso explica que muy cerca de la obra de Chillida, intramuros y junto al mar Cantábrico, construyeran unos baños públicos para disfrutar de su tiempo de ocio y, seguramente, desconectar del ajetreo diario. Se trata de las antiguas Termas Romanas del Campo Valdés, una visita obligada para todos aquello que acudan al cerro para elogiar al horizonte. Es decir, si los romanos hubieran tenido un iPhone, seguramente lo habrían dejado en los vestuarios de las termas. Hagamos como hubieran hecho ellos.
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